viernes, 25 de enero de 2013

Anécdota


En el excepcional libro de divulgación científica “Historia del Tiempo” de Stephen W. Hawking el autor comenta que en 1981 el Papa le comentó a él y a otros científicos que le parecía muy bien que investigaran la evolución del mundo tras el Big Bang pero que no se molestara en estudiar el propio Big Bang porque la Creación era cosa de Dios. 
Y esta anécdota ocurrió muy poco tiempo después de que ese mismo papa pidiera perdón por la condena que se hizo siglos atrás a Galileo.