martes, 12 de marzo de 2013

Entrevista a Droblo sobre su ateísmo


A pesar de que este famoso blogger (www.droblo.es) se ha ganado un sitio en la red sobre todo por sus artículos de economía y mercados financieros (www.droblo.com) y por su participación en twitter lleva años haciendo gala de un pensamiento racionalista que le ha llevado a ser muy crítico con las religiones y a explicar su ateísmo. En este modesto blog estamos encantados de poder estrenar nuestra sección de entrevistas con él.

¿Por qué no crees en Dios?

-No creo en Dios como no creo en Papá Noel o en las sirenas: es un ser fantástico inventado por el hombre. Desde la Antigüedad la existencia de seres mágicos ha servido para explicar todo lo que no se entendía, desde los rayos al viento. La evolución científica de la Humanidad ha llevado a que muchas incógnitas se hayan resuelto pero como las principales siguen ahí (la famosa pregunta de quién somos, adonde vamos y de dónde venimos) la mayoría de humanos achacan a un solo Ser la creación del mundo y además le añaden unas características que, casualmente, son muy favorecedoras para la Humanidad ya que se preocupa por nosotros, castigará a los malos y dará vida eterna a los buenos. Así que de golpe, creer en Él proporciona una respuesta global a todo lo que no entendemos, da sentido a todas las injusticias y dolores ya que son simples pruebas que resolverá favorablemente y nos garantiza que la muerte es algo temporal en lugar de definitivo por lo que volveremos a disfrutar de la compañía de todos a los que echamos de menos.
El problema es que todo esto, además de muy ingenuo, se basa en nada puesto que no existe una sola prueba de que sea real. Es más, es un sinsentido pretender que un Ser que se creó así mismo, que es Todopoderoso y Eterno pueda explicar lo que desconocemos del Universo, es como resolver un problema de difícil solución con una incógnita aún mayor. Tampoco tiene sentido dar las gracias a Dios por lo positivo sin acusarle de lo negativo con lo que no entiendo por qué los que creen en él, lo consideran bondadoso.
Por otra parte, los hechos nos demuestran que no hay justicia divina, que niños inocentes sufren y adultos culpables gozan de buena salud y que la muerte es el fin. El concepto de bondad y maldad no existe en la Naturaleza, tampoco hay ninguna prueba que revele que a la gente que es “buena” le pasen cosas mejores que a la gente que es “mala” y por supuesto tampoco la hay de que alguien pueda sobrevivir a su muerte, de hecho la experiencia nos dice exactamente lo contrario.
Por eso creo que, aunque pueda ser cómodo creer en Dios, sabiendo antropológicamente que es una creación humana (y no al revés), que su existencia choca contra todo lo que conocemos y que no sirve, a poco que racionalicemos, para explicar las grandes incógnitas… negar su existencia es la postura más adecuada. Como dije antes, los mismos motivos que cualquier adulto daría para no creer en Papá Noel sirven para explicar por qué no creer en Dios.

Pero entonces, ¿cual es el sentido de la vida?
  
-Que cada uno le asigne el significado que quiera, yo lo que veo con mi experiencia y conocimiento es que todos los seres vivos, desde un gran árbol hasta una minúscula bacteria, tienen como principal obsesión la supervivencia por lo que creo que la vida no es un medio sino un fin, el objetivo de vivir es estar vivo y el día que perdamos la batalla moriremos y ya está. Yo entiendo que es más atractivo imaginarse que somos eternos, que existe un alma que sobrevivirá a nuestro cuerpo porque nuestra misión en esta existencia está dirigida por un ser mágico que nos tiene reservado lo mejor para un futuro pero el problema es que no hay ninguna prueba de que esto sea verosímil. Más bien al contrario, generación tras generación hemos aprendido que quien muere no vuelve y la ciencia nos ha mostrado cómo las hormonas generan sensaciones e incluso sentimientos que en otro tiempo se pensó que nacían en otro lugar extracorpóreo. También conocemos los lugares físicos donde se acumulan nuestros recuerdos por lo que la muerte de nuestras neuronas supone la desaparición de todos ellos. Además el concepto de alma es muy raro porque quien cree en ella dice que la tenemos desde que somos niños luego no tiene que ver con nuestra personalidad ni con nuestras viviencias puesto que la tenemos incluso cuando no somos conscientes de nuestra propia existencia porque nuestro cerebro aún no se ha desarrollado. Yo abro mi mente todo lo que puedo para intentar entenderlo pero, ¿para qué me sirve que mi alma –eso tan raro que vive sin fuente de energía ni base física- me sobreviva si no va a tener capacidad mental de ser consciente de sí misma?
Luego está el conocimiento que tenemos del universo que nos lleva a pensar –con toda la razón- que es de una soberbia pueril creer que los seres humanos somos de algún modo especiales. Somos una especie joven en un minúsculo planeta de un sistema solar que pertenece a una de las innumerables galaxias que existen. Sí, la evolución nos ha dado una capacidad cerebral que, unida a unas circunstancias físicas favorables, nos han llevado a colonizar todos los contienentes y a desarrollar una inteligencia y capacidad de expresión que desconocemos en otros miembros del reino animal pero el podernos preguntar por el significado de nuestra vida no tiene por qué implicar que la nuestra sea la más importante. Además, visto el tamaño del Universo, el ser el “rey” del planeta Tierra puede no significar nada. Y para quien cree que no es el azar el responsable de nuestro desarrollo ¿cambiaría algo en el Universo si mañana un meteorito se estrella en el Golfo de México y acaba con toda la raza humana como en su día acabó con los dinosaurios tras millones de años de existencia? Repito que me parece de una soberbia inaudita creer que el significado de todas las estrellas que vemos en el cielo se debe a nuestra existencia.

-Todo esto deja en muy mal lugar a las religiones.

Las religiones se bastan ellas solas para quedar mal, de hecho la inmensa mayoría han desaparecido demostrando su falsedad incluso algunas tras miles de años de “vigencia” como la egipcia. Pero el tema de las religiones poco tiene que ver con la existencia o no de Dios puesto que aunque ellas digan que hablan en su nombre, no tienen ninguna prueba de ello y es otra forma de soberbia para mi inaceptable. Dios podría existir y que todas las religiones fueran falsas ya que al fin y al cabo si Dios es Todopoderoso ¿para qué iba a necesitar una religión? Y si la quisiera, ¿por qué no existe desde siempre y en todas partes, por qué dejar fuera de algo “necesario” a los celtas o a los mayas por poner dos ejemplos? ¿y por qué hacerla tan imperfecta? No tiene sentido, como tampoco lo tiene que haya unos textos supuestamente sagrados que a pesar de todas las manipulaciones –voluntarias y accidentales- que han sufrido con el paso de los siglos (por traducciones y/o por selección de textos como en el caso de la Biblia) sean interpretables de forma diferente por tantas religiones distintas. Es como llamar torpe a Dios el reconocer que ha dado un mensaje de forma tan poco clara que cada uno lo entiende de una forma distinta.
La irracionalidad de todo esto suele combatirse con el argumento de la fe, ese “hay que creer aunque no tenga sentido” tan absurdo y a la vez tan alabado por las religiones (tanto que alguna dice que es una gracia divina) pero a lo que llaman fe es credulidad. Somos proclives a creer lo mismo que cree nuestro entorno familiar y cultural, si fuera algo que decide un Dios la fe en una religión aparecería espontáneamente pero no es así, procede tras una evangelización como hemos podido ver con el cristianismo en América (por efecto de los españoles la del sur es católica y por efecto de los ingleses la del norte es protestante).

-¿Por qué dices que la fe es credulidad?

Porque empeñarse en creer cosas que sabemos que no son posibles simplemente porque el que nos lo dice también las cree, no tiene sentido. ¿Alguien creería a una mujer desconocida que dice que se ha quedado embarazada del Espíritu Santo? Entonces, ¿tiene sentido creernos la historia de la Virgen, una mujer de la que desconocemos todo y que vivió hace 2 mil años? Si se leen los Evangelios hay un hecho muy curioso sobre esto y es que la primera reacción de José es no creerla y sólo lo hace tras una “aparición” en un sueño. Si José que la conocía mucho mejor que nosotros no la consideraba de fiar y sólo creyó su palabra tras una “prueba divina”, ¿por qué hacerlo nosotros? No me gusta usar la Biblia para defender un argumento porque es un libro de ficción que ha llegado a nosotros tras numerosísimas traducciones y transcripciones y cuyos escritores originales no tuvieron acceso real a lo que cuentan por lo que ignoramos las aportaciones que todo narrador hace siempre de una historia que le ha sido transmitida, pero los que consideran que hay una mano divina detrás de los textos deben ser conscientes que en sus propias páginas se demuestra que algo no cuadra. Es muy fácil extraer contradicciones tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento pero me voy a centrar en un personaje de éste último: Tomás, uno de los apóstoles, que vivió durante muchos meses junto a Jesús y junto a los otros 11 principales discípulos. Pues resulta que cuando le dicen que Jesús resucitó se negó a creerlo, bien porque no creía que Jesús era Dios o bien porque pensaba que los demás le mentían, bien por ambos motivos. Pues si Tomás, que los conocía mejor que cualquiera que nosotros, no confiaba en la palabra de los apóstoles y tampoco en la capacidad de Jesús de resucitar y necesitó una prueba física para empezar a hacerlo (según dice la Biblia, que lo mismo se lo inventó alguien, nunca sabremos si realmente pasó), ¿por qué vamos nosotros a creer a ciegas algo que se aleja tanto de nuestra propia experiencia y nuestro raciocinio?
Eso es lo más contradictorio de las religiones: a un niño se le enseña a hacerse preguntas, a ser racional, a confiar en la ciencia y a la vez se le insiste en que crea cosas que chocan contra  todo eso simplemente porque nosotros lo creemos porque a su vez alguien que lo creía nos lo ha enseñado pero sin ninguna prueba de que algo de todo eso sea real. Un cura, un rabino, un imán … puede que crean firmemente en lo que dicen pero saber, no saben nada, sólo repiten e interpretan lo aprendido, es imposible que sepan que lo que trasmiten es realmente cierto porque carecen de pruebas. Y de hecho, si cada religión dice que es la verdadera, ciertamente la inmensa mayoría de la gente cree en algo equivocado porque o todas o todas menos una son falsas. Y por cierto, “condena” a miles de millones de personas que en muchos casos no tienen ninguna culpa de creer lo que creen ya que ha sido obra de la educación de su entorno.
No sólo no hay ninguna prueba de que las religiones sepan algo de Dios y mucho menos de que hablen en su nombre (¡tamaña soberbia!), es que sus actos indican lo contrario. Pongamos como ejemplo la religión católica, la mayor parte de su historia ha promovido la violencia del hombre contra el hombre, desde la persecución de herejes a la inquisición pasando por las cruzadas son casi ¡1500 años! Si yo creyera en un Dios Todopoderoso y bondadoso consideraría insultante involucrarLe en todo eso. Y si su historia tiene muchas pegas sus dogmas no se quedan atrás, si no fuera por la sociedad civil que le ha quitado el poder de hacerlo que nadie dude que viviríamos en una sociedad más machista, más homofóbica y donde habría censura en internet (seguro que esto que estás leyendo estaría prohibido) por poner 3 ejemplos muy obvios sin profundizar más. Es una religión que predica la libertad de elección del hombre pero –además del castigo físico tantas veces ejercido en su historia -  le amenaza con un castigo eterno si no hace lo que ella dice. Pero bueno, haría falta un enorme libro para desmontar todas las contradicciones…

-Pero, ¿acaso no han sido históricamente positivas las religiones?

Yo no puedo ser racional en unas respuestas y no en otras y ante esa pregunta sólo puedo decir que no lo sé ya que no podemos experimentar qué hubiera pasado con la humanidad sin su existencia y opinar sin datos fiables es aventurarse demasiado aunque sí te puedo decir que depende el punto de vista; por ejemplo, ¿crees que la mayoría de los judíos y cristianos creen en la influencia positiva del Islam?
Pero si la cuestión va sobre la impresión positiva predominante en el mundo occidental sobre la influencia del cristianismo en su historia y valores, he de confesar que ignoro por qué están tan seguros de eso. En el momento que la religión católica pasa a ser la oficial del Imperio Romano que es cuando comienza su gran influencia sobre la sociedad occidental, ¿cambia algo? La esclavitud siguió existiendo, de hecho la católica España consideró legal la esclavitud en sus territorios cubanos hasta finales del siglo XIX, las guerras también (incluso algunas promovidas por los papas), la injusticia social por supuesto y recordemos que la iglesia justificaba a los monarcas absolutos que presumían de recibir su poder directamente de Dios… y como estos ejemplos hay muchísimos, al fin y al cabo fueron sociedades crisitanas –la italiana y la alemana- las que iniciaron el mayor conflcito bélico de la historia de la Humanidad.
Y sin embargo yo puedo deducir que sin censuras ni inquisiciones la ciencia se habría desarrollado más porque habría habido menor miedo a experimentar y a discutir el discurso oficial, también puedo imaginar que si los recursos empleados en construir las grandes catedrales se hubieran destinado a mejorar las comunicaciones –por ejemplo- la Edad Media habría sido menos oscura o que sin una iglesia corrompida no hubiera nacido la reforma protestante y generado un conflicto que influyó tanto en tantas guerras … pero son sólo suposiciones lo cual reconozco que, aunque razonadas, no significan nada.

-Todo lo que dices suena muy radical

El concepto radical es muy subjetivo, radical era creer que la Tierra no era plana o que giraba alrededor del Sol y ahora es algo normal. Yo por ejemplo creo que lo radical es creer en seres imaginarios o en la vida eterna o en que alguna religión sepa interpretar la voluntad de Dios o que alguien establezca un dogma por una frase de un libro. Por ejemplo, insistir como hacen los cristianos en citar textualmente palabras de Jesús cuando él las pronunció en arameo, otro las comunicó en hebreo a alguien que a su vez se las pasó en griego a otro que se las dictó a algún personaje que las escribió en latín unos 100 años después; y que luego se transcribieron y tradujeron varias veces más -a saber con cuantas incorrecciones fortuitas y añadidos voluntarios posteriores- para ser cribados por un papa medieval que decidió qué textos eran sagrados y cuales no…¿No es eso mucho radical cuando aún hay malentendidos por frases que se comunican en un mismo idioma unos a otros delante de testigos?  
Pero bueno, que cada uno piense lo que quiera, yo intento ser coherente y humilde y eso no encaja con creencias basadas en nada y religiones que usan a Dios –y sus supuestos  premios y castigos- como excusa para decirnos lo que debemos hacer. Además, cuando hablas con un creyente sobre estos temas cuando al final se queda sin argumentos siempre recurre a dos tópicos como explicación de todas las contradicciones y las preguntas sin respuesta: la fe (de la que ya he hablado y que es como presumir de ser irracional) y la frase “los designios de Diso son inexcrutables” lo que se vuelve en su contra ya que si son inexcrutables, ¿por qué fiarse de instituciones que dicen que saben escrutar su voluntad y sus deseos?

-¿Entonces en qué crees?

Como dijo mi admirado Carl Sagan “yo no quiero creer, quiero saber” y estoy convencido que nos queda mucho por descubrir, que hay energías que no conocemos, que hechos que hoy nos parecen inexplicables serán entendibles como viene pasando desde hace siglos y que, como la Historia nos ha enseñado, no nos serán revelados rezando o adorando a un ser imaginario ni creyendo que son milagros y mucho menos confiando en organizaciones soberbias de oscuro pasado y dogmas contradictorios sino utilizando nuestra capacidad de trabajo y reflexión.
Recurrir a un Dios como respuesta es una forma de rendirse, es lo fácil.